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El benchmarking como el mejor aliado de RR.HH

26 Abril 2018

Una pregunta que podría aparecerse en las mentes de muchos es: ¿cómo lo hacen los líderes de Recursos Humanos de las empresas exitosas que buscan crecer?

La respuesta es simple: ellos aplican prácticas de valor, que ayudan a reducir costos, acortan los tiempos de ciclos de procesos, y mejoran la calidad del trabajo, entre otros beneficios.

Pero ahora te preguntarás, ¿cómo saber si las actuales prácticas de gestión del capital humano de la empresa funcionarán en esta etapa de crecimiento?

Es tan fácil como comparar, de acuerdo con el Ciclo de Prácticas de Valor generado por el Centro de Sistemas de Conocimiento (CSC) del Instituto Tecnológico de Monterrey.

Este centro de investigación de procesos de gestión de referencia mundial desarrolló este modelo para apoyar de forma transversal las unidades y procesos del negocio, con el fin de aportar valor distinguible a la organización.

Para agregar valor a la empresa con Recursos Humanos, el Ciclo de Prácticas de Valor puede ser utilizado para identificar una buena y mala práctica interna de la siguiente manera:

  1. Identificar, mapear y organizar las prácticas: tener una visión general de lo que se busca mejorar a nivel organizacional, identificando las debilidades y/o fortalezas y las prácticas actuales y las posibles a incorporar.
  2. Alinear las prácticas con el negocio: visualizar el impacto estratégico que tienen las prácticas actuales tomando como base la oferta del valor del negocio.
  3. Análisis estratégico: clarificar cómo la empresa realiza una práctica, explicitando lo que es evidente de lo intangible, para descubrir y estudiar las prácticas hacia el interior de la empresa, así como precisar el nivel de dominio que la empresa tiene respecto a una práctica.
  4. Selección de herramientas digitales: consiste en la selección de instrumentos adecuados para un mapeo y administración de prácticas en la organización.

Hechos estos cuatro pasos, entonces es momento de salir a compararse con la competencia.

Para eso se realiza un proceso de estudio comparativo externo, conocido también como benchmarking.

El objetivo de este ejercicio se basa en descubrir y estudiar las prácticas externas que producen un mejor desempeño en la industria del negocio.

Los benchmark o evaluaciones comparativas son puntos de referencia o parámetros usados para comparar la práctica de una organización con una actividad similar externa.

Una vez identificadas las prácticas a mejorar, actualizar, eliminar o incorporar por primera vez, el área de Recursos Humanos de la empresa inicia un proceso de implementación y adecuación.

Este proceso de ajustes podría darse de la siguiente manera:

  • Transferencia: Comenzar en un área de gestión específica, para después extender al resto de la organización.
  • Uniformaciones: homologación el nivel de las prácticas hacia el interior de la organización, es decir, lograr que las prácticas tengan por lo menos el nivel mínimo de aplicación. Esto permite la capitalización de la práctica.
  • Comercialización: destacar y potenciar las prácticas que están altamente desarrolladas en la organización y que puedan incluso apoyar la generación de un nuevo negocio.
  • Eliminación: iniciar un procedimiento de retiro gradual de malas prácticas o deficientes, así como su comunicación interna, para los efectos que pueda tener esta decisión en la cultura y ambientes laborales.

Conclusión

Conocer las prácticas de valor en gestión de capital humano que la competencia aplica ayuda a dar perspectiva sobre aquellas que ya están instaladas en el propio negocio.

Esta evaluación bajo el Ciclo de Prácticas de Valor permite diferenciar las prácticas que sean pertinentes, potenciar aquellas iniciativas internas que superan a las del resto de la industria, y terminar con las que no agregan valor.