Es en este ámbito es que el Jardín Infantil El Manzano ha logrado diferenciarse de otros establecimientos similares, entregando comunicación directa y diaria entre el Jardín y los apoderados además de una política de puertas abiertas, estrictos protocolos de seguridad y selección de personal además de un clima que favorece tanto el juego como el aprendizaje.
Pero más allá de las políticas internas que mejoran la experiencia de los niños en el Jardín El Manzano, las actividades dentro del recinto han aportado al desarrollo de los alumnos, destacándose unidades de aprendizaje acorde a los intereses, necesidades y requerimientos de la edad de los niños. Por ejemplo, los niveles de Sala Cuna fomentan las actividades basadas en la exploración y estimulación temprana, favoreciendo todas las áreas del desarrollo.
A este programa durante el año escolar, se suman las actividades extraprogramáticas realizadas en vacaciones de invierno y verano donde no solo ayudan al desarrollo de las habilidades y destrezas de los niños, sino que también aportan entretención durante los meses fuera de clases y que para los padres que trabajan pueden ser tiempos difíciles de coordinar con ocupaciones que aporten para sus hijos.
Para los padres que buscan un establecimiento que esté a la altura de los estándares educacionales que los niños requieren y que a la vez se ajuste al beneficio de Sala Cuna que entrega su lugar de trabajo, es importante que la infraestructura, el material didáctico, mobiliario e higiene del recinto sean las adecuadas para dar seguridad y tranquilidad a los apoderados.
Finalmente, es necesario que el beneficio de Sala Cuna que entregan las empresas estén alineados con las necesidades de los colaboradores que los utilizan, esto en cuanto a la calidad de los recintos asociados y de las herramientas que se les entrega a los niños que pasan gran parte de su día en estos lugares mientras sus padres trabajan.
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